LO QUE NO SABÍAS DE ANÍBAL VÁSQUEZ
- Danny Daniel Vargas Peñafiel
- 18 jul 2017
- 2 Min. de lectura

Aníbal Vásquez tiene 27 años, vive en el sector de la Juan Montalvo con sus padres y hermanos.
Él se matriculó en la carrera de Comunicación Social porque le agrada mucho, le llama la atención absolutamente todo lo que tenga que ver con la producción y presentación de programas, en especial lo deportivo.
“Muchos de mis compañeros no comparten el gusto por la carrera, porque para ellos estar aquí es una obligación debido al programa del SENESCYT”, nos indica con un poco de nostalgia.
Aníbal desea seguir adelante con sus estudios, realizarse como persona y también como profesional, obteniendo con esfuerzo todos sus bienes materiales, por ahora tiene un ingreso fijo que es la paga por alquiler de una tricimoto de su propiedad, se considera una persona que ha dejado pasar mucho tiempo sin estudiar y que llegó la hora de terminar lo que empezó un día.
Al preguntarle si tiene el apoyo de su familia nos respondió que "siempre ha tenido la ayuda de sus padres y hermanos, sin importar las condiciones que estén pasando", su mamá ha sido pilar fundamental para que Aníbal logre estar enfocado en lo que desea, como antes nos mencionó es terminar sus estudios.
No confía mucho en las personas porque “mucha gente se acerca a ti por algún bien, debes conocer muy bien a las personas ya que no puedes confiar tan fácil en ellas”, manifiesta que antes era ingenuo y muy callado, pero como todo tiene un cambio, empezó por ser responsable con los estudios, a ver la vida desde otro ángulo.
Saber llevar los problemas no ha sido fácil para Aníbal y más aún teniendo en la memoria la muerte de su hermano menor. Cuando Aníbal tenía aproximadamente 10 años la mamá estaba embarazada, fueron unos largos nueve meses donde él disfrutaba ver crecer la pancita de su mamá, una vez llegada la hora del parto sucedió algo inesperado, el hermanito de Aníbal murió asfixiado.
Todos esperaban en casa la llegada de mamá, papá y el bebé; sin embargo, no fue así ya que la desesperación cargado de llanto inundaba a la familia, el angelito que por tanto tiempo habían esperado ya no estaba entre ellos, había partido sin siquiera permitir que lo cogieran en brazos.
Aníbal es un fanático del futbol y destaca siempre el hecho de llegar a narrar o comentar un partido de la selección del Ecuador, entre risas, nos indica que va a estar preparado para cuando esto suceda.
Aníbal con gran seguridad y a pasos firmes continúa por las sendas de la victoria, guerrero incansable, protector de su familia y amigos.
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